Se le van las luces (al Gobierno nacional)”. Así reacciona desde Barranquilla el señor José Luis Córdoba Jiménez al intento de un cese bilateral del fuego con el Ejército de Liberación Nacional (Eln).
Él es un padre de familia que recientemente sufrió el secuestro de su segundo hijo, el suboficial de la Armada, Camilo Andrés Córdoba Arenas, quien fue retenido por este grupo guerrillero el pasado 13 de diciembre en el municipio de Tame (Arauca).
Y pese a que el barranquillero, de 31 años, fue liberado 14 días después, Córdoba Jiménez asegura que su hogar se mantiene preocupado por lo que acontece. En ese sentido, da a conocer sus razones.
“Al momento de que soltaron a mi hijo, fue una alegría para todos nosotros, pero siempre queda la preocupación de lo que pueda estar pasando en Colombia. La inseguridad en el país sigue creciendo y este flagelo del secuestro viene desde hace tantos años. Lo más triste es que es una guerra que viene perjudicando a familias, pero no ha llevado a nada”, expresa.
José Luis Córdoba cuenta que Colombia necesita la paz total, aunque confiesa su incredulidad con los avances de la propuesta del presidente Gustavo Petro, sobre dialogar con actores armados ilegales que muestren deseos de acogerse a la ley.
Su desconfianza se debe a los “problemas actuales” del acuerdo con la Farc, al fallido intento del cese bilateral del fuego con el Eln por parte del jefe de Estado de hace unos meses y al anuncio que hizo ayer el gobierno nacional, a través del alto comisionado para la Paz, Danilo Rueda, tras la muerte de nueve soldados que fueron atacados el miércoles 29 de marzo por este grupo guerrillero en la vereda Villa Nueva, corregimiento Guamalito, de El Carmen, en Norte de Santander.
“El anuncio de Rueda”
Hay que recordar que la primera polémica se originó en el mensaje para el año nuevo que envió el mandatario a los colombianos en la noche del 31 de diciembre, a través de los canales institucionales, entre ellos las redes sociales.
“Hemos acordado un cese bilateral con el Eln, la Segunda Marquetalia, el Estado Mayor Central, las AGC y las Autodefensas de la Sierra Nevada desde el 1 de enero hasta el 30 de junio de 2023, prorrogable según los avances en las negociaciones. La paz total será una realidad”, publicó Petro en su cuenta oficial de Twitter.
Sin embargo, el optimismo que generó el mensaje sufrió un duro revés tres días después, con la respuesta del Comando Central del Eln en el que aclararon que aún no había acuerdo y solo era “una propuesta para ser examinada”.
El Eln solo cumple lo que se discuta y se acuerde en la Mesa de Diálogos donde participemos.
“Hemos acordado un cese bilateral con el Eln, la Segunda Marquetalia, el Estado Mayor Central, las AGC y las Autodefensas de la Sierra Nevada desde el 1 de enero hasta el 30 de junio de 2023, prorrogable según los avances en las negociaciones. La paz total será una realidad”, publicó Petro en su cuenta oficial de Twitter.
Sin embargo, el optimismo que generó el mensaje sufrió un duro revés tres días después, con la respuesta del Comando Central del Eln en el que aclararon que aún no había acuerdo y solo era “una propuesta para ser examinada”.
“La delegación de diálogos del Eln no ha discutido con el gobierno de Gustavo Petro ninguna propuesta de cese el fuego bilateral, por tanto aún no existe ningún acuerdo en esa materia. El Eln solo cumple lo que se discuta y se acuerde en la Mesa de Diálogos donde participemos. No puede aceptarse como acuerdo un decreto unilateral del Gobierno”, comunicó el grupo.
Mientras que ayer, el alto comisionado para la Paz anunció que le exigirá a esa guerrilla “acelerar” la firma de un cese del fuego bilateral.
Haries’ enthusiasm for cooking is infectious, his altruism unwavering. His sweaters are loud, colorful woolen garments that match in eccentricity the animal-themed hats he often wears to lighten the mood. His soup-of-the-day is served in styrofoam tumblers and includes local vegetables and spices he brought from his home in Kuala Lampur. Bringing a smile, along with some hot tea and soup, has become his simple daily mission.
Crítica de Córdoba

Lo anterior incrementó la desconfianza de José Luis Córdoba Jiménez en el proyecto de paz total.
El hombre ya había cuestionado lo que llama “falta de diálogo” entre los mismos funcionarios del Gobierno con el presidente de la República y ahora sucede esto.
No sabe uno quién está diciendo la verdad ¿Quién dice mentira?
“Deberían de tratar de lograr conseguir la paz en todas partes. Colombia es un país tan bonito que no vale la pena estar matándose por supuestos ideales, pero que nos ha llevado a más de 50 años de guerra y hasta ahora no se ha visto nada bueno”, sostiene Córdoba, de 58 años.
Este padre de familia regresó a Barranquilla a pasar vacaciones con sus seres queridos, incluyendo al suboficial tercero naval, en el barrio La Unión, donde tenían planeado bautizar a la nieta y celebrar el cumpleaños de la mamá de Córdoba Jiménez.
Pero todos esos planes debieron ser suspendidos. La prioridad era que Camilo Andrés recobrara su libertad. Él, además de tío, también había sido asignado como el padrino de la menor. Solo hasta el 23 de diciembre les llegó una prueba de supervivencia que les permitió tener algo de tranquilidad en el preámbulo de la Navidad.
Les arrebataron en una fecha especial al hijo, llenaron de angustia en plena Nochebuena a toda una familia, que solo pudo recuperar la esperanza cuando un personal de la Defensoría del Pueblo llamó el 27 de diciembre a Córdoba Jiménez a confirmarle que el suboficial ya estaba libre.
“Eso fue una euforia en la familia y los amigos que se enteraron, y le dimos una bienvenida aquí en la casa. Fue emocionante la cosa después del sufrimiento que tuvimos por su secuestro”, recuerda el hombre.
“Mensaje de solidaridad”

Por dicho sufrimiento, ahora entiende a las familias colombianas que aún no saben nada de sus seres queridos desaparecidos o los que están lejos al continuar en cautiverio.
Eso, sin olvidar que su hijo tiene la intención de volver a sus labores con la Armada, por lo que sigue latente la preocupación e insiste en que mejoren los diálogos.
“Hay una falta de diálogo. No puedo salir a decir que ya estoy bien con el vecino y resulta que el vecino no se había enterado que ya yo estaba bien con él. Queda mal parado ante la opinión pública. Dice una cosa y después sale con otra”, afirma Córdoba.
Y agrega otro caso: “Como el otro día también con el de Colpensiones, diciendo algo de las pensiones, y después él dice otra… Así no es. Falta de comunicación es lo que se ve. Tampoco creo que eso sea para terminar con el proceso, pero no es lo mismo que ellos digan que sí están de acuerdo en sentarse a dialogar, a decir que ya van a hacer un cese al fuego”.
Así las cosas, señala que el proceso que llevan “va perdiendo credibilidad”. “Lo que se demostró es que no va a ser fácil tampoco. Después de esto que pasó, va a quedar la duda. Habría que esperar si el Gobierno dice algo para ver qué dice la contraparte. Si es real o no es real”.
Por el momento, el suboficial y su familia recuperan el tiempo perdido por culpa del secuestro: reprogramaron el bautizo y celebraron los cumpleaños de una tía y del mismo señor Luis, quien cumplió el pasado 30 de diciembre. “Y ojalá que al fin podamos llegar a la paz total”, cerró el padre de familia.